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Renovando las energías con respeto a la naturaleza y la espiritualidad
por WebMaster
Autor Clements
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Traducción de Teresa
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Hola ¿qué tal?
Aproveché el último fin de semana para ir a la playa con mi novia para relajarnos del cotidiano (los médiums también necesitan recargar las energías y la naturaleza es uno de los mejores lugares). A mí me gusta estar mucho tiempo en el mar, en contacto con el agua, notando sus vaivenes, además de escuchar el ruido de las olas del mar (esto es un gran tranquilizante) mientras me relajo en la arena de la playa.
Diversos colegas de trabajos con la espiritualidad (en estos dos años de reuniones) siempre hablaron sobre cómo debemos tratar bien al mar, pedirle permiso para entrar, no faltarle al respeto durante la estancia en las aguas y salir con sentimiento de gratitud. El mar también puede renovar nuestras energías llevando consigo todo cuanto no sea benéfico para los cuerpos físicos y espirituales (agradecido una vez más por la oportunidad).
Cuando me acerqué a las aguas pedí permiso a los espíritus protectores de los mares y a Iemanjá y agradecí la oportunidad de estar nuevamente en ese lugar que me hace tanto bien. Después de un tiempo, con el cuerpo ya acostumbrado al agua, hice una plegaria pidiendo (humildemente) que el mar pudiese llevarse todas las energías nocivas de mis cuerpos físicos y espirituales.
Durante ese proceso estuve disfrutando de la estancia dentro del mar en un día bonito y soleado, aprovechando cada momento para relajar. Cuando salí del agua (aprendí que no se debe salir de espaldas al mar, como señal de respeto. Andando de lado puede ser un buen camino) agradecí por la oportunidad de estar allí nuevamente y por la ayuda en la limpieza.
Cuando volví a mi sitio en la arena sentí enorme energía en los chakras frontales del hombro (no recuerdo la nomenclatura de esos chakras, pero no forman parte de los siete principales de nuestro cuerpo), aparte de la sensación de que ambos estaban bien abiertos. El chakra cardíaco presentaba esas señales en menor escala. En aquel momento intenté comprender la situación, pero como aquello era una novedad para mí, intenté encontrar los motivos para ese movimiento energético. Sólo comprendí toda la situación algunas horas más tarde, pues necesitaba reflexionar un poco sobre lo ocurrido, a fin de cuentas aún estoy en el comienzo de todo el proceso.
Puedo decir que éste ha sido provechoso y gratificante. El lunes me dirigía a mi trabajo profesional más ligero y tranquilo. Como vivo en una ciudad que no tiene playa, no puedo ir a cada momento al mar, pero puedo "limpiar las energías" en los céspedes y tierras de los parques. Eso me ayuda en la relajación corpórea (algo que necesito hacer habitualmente y ayuda bastante para mi trabajo con la espiritualidad). Con sólo andar por esas superficies y dejando que la energía sea llevada por la Madre Tierra, siempre con respeto y gratitud para con la naturaleza y los seres elementales que la habitan, puedo renovar las energías para una vida en contacto diario con la espiritualidad en general.
Muchas gracias por la atención.
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