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Ser feliz en el trabajo, factor de salud y calidad de vida.
por WebMaster
Autor ROBERTO DEBSKI
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Traducción de Teresa
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Pasamos la mayor parte de nuestras vidas en el trabajo, trabajando, yendo al trabajo y volviendo para casa.
Nuestra salud física y mental está directamente ligada a la satisfacción que sentimos en nuestro trabajo diario.
Hacer algo que no nos gusta trae insatisfacción, angustia, genera estrés y puede, a lo largo del tiempo, desencadenar dolencias crónicas.
Por otra parte, el estar satisfecho con nuestro trabajo, el percibir que tiene un sentido, añade valor, es factor protector para la salud y genera calidad de vida.
¿Cuáles son los puntos que definen que alguien es feliz en el trabajo? ¿Cómo percibirlos a la hora de buscar un trabajo?
Para que una persona sea feliz y se sienta plena en un trabajo, debe tener afinidad con ese trabajo, ha de gustarle lo que hace, ha de verlo como parte integrante de su vida, de su propósito y misión, como algo que beneficia a sí misma y a otras personas.
Debe mirar más allá de lo cotidiano, y nunca pensar primero en la remuneración.
El dinero es consecuencia de un trabajo bien hecho, no el objetivo principal de la actividad.
La persona ha de sentirse feliz el lunes, cuando vuelva a empezar la semana de trabajo, con motivación y ganas de trabajar, no como la mayoría de las personas, inclusive propietarios de empresas, que se sienten felices el viernes, lo cual puede significar que no son tan felices ni motivados con su trabajo.
Cuando vayas a buscar un trabajo, piensa en aquello que te gusta hacer, ya que pasarás gran parte de tu día, de tu tiempo, de tu vida, en esa actividad.
Ella debe motivarte, estimularte, desafiarte continuamente.
Muchas personas buscan actividades y se mantienen en empleos que mal toleran, justificándolo de diversas maneras, el salario, la estabilidad, la comodidad, lo conocido, etc.
No reflexionan sobre la dinámica de la vida y dejan de invertir en su verdad, manteniéndose en la zona de confort, que en realidad se convierte con el tiempo en una zona de prisión.
Nada justifica vivir la vida de ese modo.
Cuando en el futuro miremos hacia atrás, valoraremos solamente lo que ha valido la pena y ha significado algo, y lamentaremos haber insistido en algo que nos hizo sufrir.
Y ¿cómo identificar que no se es feliz en el trabajo?
¿Qué desdoblamientos tiene eso en la salud psicológica, emocional y física? Y ¿cómo cambiar?
Cuando alguien no es feliz en el trabajo no tiene ánimos, energía, motivación ni ganas de pasar su tiempo allí.
Permanece únicamente por comodidad y facilidades, sin pensar en el derroche de energía y de vida a que se somete con esa actitud.
Las consecuencias a medio y largo plazo pueden ser graves.
El desánimo puede convertirse en depresión, el esfuerzo sin gloria puede originar un estrés crónico, la expectativa negativa puede desencadenar un cuadro de ansiedad, la resistencia puede iniciar un síndrome doloroso u otra enfermedad psicosomática.
Al percibir su vida desperdiciada en algo en que no creía, el vacío invade el alma, y ninguna remuneración o titulación podrá suplantar ese dolor.
Al percibir que camina hacia ese destino, la persona debe revaluar su trabajo y sus elecciones, y así ciertamente será alguien que tendrá brillo en los ojos, y podrá crecer y motivar a otras personas a seguir el mismo camino.
¿Como tornarse feliz en un trabajo donde se están encontrando dificultades? ¿Es posible?
Las dificultades en sí no son necesariamente malas. Pueden formar parte de un momento de crisis, la oportunidad que se muestra para el cambio y la modificación de paradigmas.
Cuando pasamos por dificultades, debemos encararlas como un reto que puede fortalecernos y proporcionar nuevas maneras de lidiar con las situaciones. Así las dificultades se convierten en maestros, y nos hacen ir más allá de aquello a lo que estábamos acostumbrados.
Podemos subir de nivel, dar un salto creativo y reinventarnos, y también a la propia empresa, cuando encaramos las cosas de esa manera.
En ambientes de trabajo hostiles con valores discordantes, clima pesado y falta de respeto al trabajador, donde las personas están por necesidad, ¿cómo ser feliz o cómo buscar la felicidad?
Si alguien necesita pasar por una actividad que no le gusta, en un ambiente hostil y agresivo, mantener el ánimo y el equilibrio puede ser más difícil.
La tendencia es volverse negativo y tan sólo “sobrevivir” en ese ambiente, perdiendo todo el placer y la motivación.
Es importante en esos casos mantenerse enfocado en la actividad a desempeñar, con la perspectiva de oportunamente conquistar algo que sea más acorde a nuestros gustos y necesidades.
Posicionarnos y exigir respeto es esencial para la preservación de la autoestima.
Alguien que en el momento se encuentra en función o cargo superior no tiene derecho a proceder con falta de respeto y agresividad.
En última instancia, vale más abrir mano de una situación como esa, que no presente posibilidad de cambio, que aguantar contra todo lo que se cree y soporta, hasta el punto de enfermar.
Es posible ser felices incluso con la rutina, siempre que la actividad que hemos elegido tenga sentido para nosotros, que tengamos con ella afinidad y nos guste lo que hacemos.
Que sintamos que con nuestro trabajo conseguimos contribuir para algo mayor que nosotros mismos.
Ese sentido más amplio nos lleva más allá de la actividad, hacia una instancia de satisfacción y completitud, y nos realimentamos continuamente, manteniendo el placer, la satisfacción y las ganas de mejorar y contribuir.
¡Mucha paz y salud para ti y los tuyos!
Dr. Roberto Debski
Médico - CRM SP 58806
Especialista en Homeopatía y Acupuntura por la Asociación Médica Brasileña
Psicólogo - CRP/06 84803
Preparador y Entrenador en Programación Neurolingüística
Facilitador en Constelaciones Familiares
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