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Soplos del Alma
por WebMaster
Traducción de Teresa
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Autor Wilson Francisco
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"Es bueno oírte, sentir tu energía volitando por aquí y trayendo la brisa suave de un alma leve".
Digo esto por gratitud a una persona que me escribió un e-mail diciendo: "¡Buen día!!! Qué bueno es poder agradecer a alguien personalmente por sus enseñanzas y lecciones. Me encanta esta filosofía tuya y por aquí sólo la encuentro en libros. Pretendo leer siempre tus textos. Rosane".
"¡Gratitud, amiga, irradia siempre tu voz, di siempre buenas palabras, sobre algo que te parece bueno! Y si faltase, un instrumento, un micrófono, usa aquella florecita del campo, que si se le sopla, viaja por el aire. Ella llevará el soplo de tu alma y alguien, en algún lugar de este Planeta Azul, podrá decir: ¡Amo vivir! Sentí ahora el soplo de un ángel".
William James, en Massachusetts - EUA, 1848, cuando se iniciaban los fenómenos espirituales en Hydesville, con las hermanas Fox, dijo: un soplo divino recorre el planeta y una renovación está en la atmósfera de la Tierra. Ese famoso sensitivo se refería a los fenómenos espirituales definidos por Conan Doyle como una invasión organizada por el mundo espiritual que gobierna la Tierra, con el objetivo de popularizar el hecho mediúmnico/espiritual, retirando los grilletes y dando la posibilidad de que cualquier ser humano pudiese tener acceso al mundo espiritual.
Se puede decir que el Papa Francisco, actualmente, también abre el camino para facilitar ese "encuentro" del hombre con Dios, cuando en su primera manifestación pública llamó a la Iglesia y a sus seguidores a acercarse a las comunidades. Esto significa desacuartelar al hombre, permitiendo que cada uno en su espacio social o religioso pueda libremente "recibir" el soplo divino y manifestar su propia condición divina.
Y barrer del planeta la hegemonía del poder temporal que amordaza, para devolver al ser humano su independencia espiritual, a partir de la afirmación de Cristo Jesús: En ti, Pedro, está mi Iglesia. Los templos, digo yo, son pasajeros, el ser divino, humanizado, es eterno. Me gusta esta palabra, esta energía: el soplo del Creador. ¿Te has parado a imaginar cuántos dolores habrás barrido del alma de amigos que sufren? Una simple palabra "¡Caramba! Qué bien estás!". Y allá se van disgustos, tristezas. ¡El soplo divino en ti libera y desarma!
Tú, amiga mía Rosane, fuiste creada por el Soplo Divino.
Al inicio de todo, Dios tomó tierra, la humedeció, modeló el cuerpo humano y sopló en su nariz. ¡Y el Espíritu habitó aquel cuerpo, surgió la humanidad!
¡Vaya, Wilson! ¿Tú crees en eso? Sí, amiga mía. La vida surgió por la Magia del Amor Divino. Y has de saber que hasta hoy el ser humano camina, piensa y actúa porque hay en nosotros el soplo divino.
"El soplo del Creador, que es el Espíritu, se torna piedra; la piedra se convierte en planta; la planta en animal; el animal en hombre; el hombre en Espíritu y el Espíritu en Dios". Esa es una frase cabalística antigua. Léon Denis, en el libro El Problema del Ser, del Destino y del Dolor, dice: El Espíritu duerme en el mineral, sueña en el vegetal, despierta en el animal y se hace consciente en el ser humano. El principio inteligente creado por Dios transita en todos los reinos, modelando cuerpos que se convierten en herramientas para que pueda manifestarse en el mundo físico. En cada etapa aprende y ejercita facultades hasta alcanzar la plenitud de sí mismo, descubriendo el ángel que hay en su íntimo. Al tornarse ángel, rescatando totalmente su divinidad, completa su misión, la de intelectualizar la materia.
Prueba a aliviar tus ideas, a limpiar tu mente y observa en ti la levedad de los Ángeles.
Cultiva objetivos buenos, organiza actitudes seguras, deja florecer en ti la fe del tamaño de un grano de mostaza y podrás tener éxito en tu vida. Todo fluirá como si estuvieses siendo arrastrada por un vendaval divino. Ella dice que donde se encuentra necesitará leer libros y mis textos. Ese coraje de expresar gratitud que te envolvió, amiga mía, es el Soplo Divino, queriendo convertirte en un Heraldo, en una Anunciadora de la Luz. Déjate envolver por esa energía y habla, canta, sopla flores por el camino.
O entonces, si eres todavía más valerosa, conviértete en una mariposa y busca, en cada criatura de tu camino, aquello que tenga de mejor, recoge con cariño y respeto las virtudes de los demás y espárcelo todo allá donde estés. ¡Convierte tu palabra en un Soplo de Luz!
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