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TERAPIA PARA SEPARACIÓN Y NUEVAS ADAPTACIONES
por WebMaster
Autora Fatima Bittencourt
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Traducción de Teresa
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TERAPIA PARA SEPARACIÓN Y NUEVAS ADAPTACIONES
Todo el mundo que termina una relación de pareja y un matrimonio tiene prisa en ser feliz. No hay mayor angustia que el deseo de ser feliz. No hay mayor infelicidad que la sensación de fracaso respecto de lo que ha llevado meses y años construir. La separación no es momento de invertir en grandes planes, por mucho que emocionalmente se desee cambiar totalmente, de preferencia desaparecer. No es el momento para cambiar de empleo y ni siquiera cambiar los valores genuinos, ni tampoco las buenas causas. Hacer lo extremo para intentar realizar todo lo que no se hizo durante la relación, tampoco no es el momento, pues de hecho será una venganza y no un cambio. Se trata de un período de duelo con extremo celo por la sanación emocional. Un período para recuperarse y no decir nada todavía para entender lo que ha pasado, sólo en un ambiente neutro llamado Terapia.
Un momento en que el silencio podrá ser el mayor aliado. Tal como hacen instintivamente los animales cuando se lastiman, que se recogen y se lamen las heridas. Es una readaptación de hábitos con delicadas inversiones en energía. No hay cómo exigirse mucho. Un inicio de relación afectiva con uno mismo, observando cómo el dolor se mueve por la propia casa. Una casa en pleno momento de adaptaciones. Tal como sucedió el momento de adaptación a la relación, lo mismo ocurre en la separación. El tiempo de ser familiar será leve y al mismo tiempo parecido a una pesadilla. Charlar con la saudade recordando los momentos agradables de la relación para empezar a percibir que éstos permanecen como parte de tu propia historia. Los desagradables tendrán suma importancia en la Terapia.
Excelente oportunidad para aprender más sobre sí mismo y el sentido que tuvo la existencia de la relación. Cualquier decisión en este momento será para sofocar una ausencia, mucho más una reacción que una actitud consciente. Una demostración de poder donde se pierde mucha energía, que debería ser pensada como una opción.
Queriendo exponer lo que la otra persona ha perdido, podrá alejarse más aún de sí mismo. Las redes sociales en este momento ampliarán espejos contradictorios, pues emocionalmente la lucidez está embazada por los dolores emocionales. Una especie de bipolaridad de odio y amor se alterna con gran facilidad. Viajar, adelgazar, ropas nuevas, noches de fiesta, buscar relaciones antiguas, doparse con falsa autoestima, son algunas reacciones. Nada fácil es aguardar los frutos de nuevas semillas, no obstante, el corazón tiende a calmarse y la Terapia invita siempre al buen sentido para que nuevas heridas no vengan a abrirse. Llorar, expresar este tan conturbado momento, en el tiempo necesario, construye el cimiento de sí mismo, insustituible en la estructuración de las saludables relaciones.
En fin, lo que surge de impulsos inconscientes, tiende a no durar. Con el tiempo la exigencia llama a la puerta para un ajuste consigo mismo. Aguardar, aguardarse, significa, en tiempos de separación, la madurez que se tendrá para un nuevo ciclo, nuevas adaptaciones, sea con quien fuese, lo importante es que se esté de forma plena y consciente.
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