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¿Y el cuidador familiar de la persona con Depresión? - ¿Quién lo cuida a él?
por WebMaster
Autor ROBERTO DANTAS
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Traducción de Teresa
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La Depresión es una enfermedad delicada y, hoy día, difícilmente encontramos a alguien que diga no haber vivido la Depresión en algún momento de su vida.
Las dificultades que esa dolencia impone al enfermo, quien no es capaz a veces ni siquiera de lidiar con los actos cotidianos, como por ejemplo su higiene personal, la alimentación correcta, tiene además el riesgo del suicidio, comprobado estadísticamente como real y presente en la mayoría de los casos de Depresión.
Normalmente se elige a un cuidador, o al menos a una persona responsable o más cercana para cuidar a la persona, llevándola al médico por ejemplo, controlando las medicaciones, pero las más de las veces ese cuidador no recibe el reconocimiento por parte de la familia y ni siquiera del propio enfermo.
Además de eso, el cuidador a menudo no ha tenido ninguna preparación u orientación sobre cómo hacerlo, desgastándose mucho y no siendo reconocido por nadie, tampoco por el familiar. Vive un "amarre" al enfermo y no consigue llevar una vida normal, pues siempre está preocupado por la persona.
Sabemos que las relaciones familiares son lazos muy fuertes y cualquier sacudida se intensifica fácilmente.
Cuando se tiene a una persona con Depresión en la familia, ésta se ve alterada, sus miembros se desestabilizan. Es natural que esto ocurra, pues realmente no es fácil lidiar con la Depresión, ya seas tú la persona que la sufre o seas el familiar que ayuda, el cuidador familiar.
El cuidador generalmente no tiene el apoyo de nadie y tiene que lidiar en soledad con las dificultades de vivir junto a la persona depresiva. Vive reactivamente, es decir, reacciona a las situaciones que se presentan y busca una solución, dentro de sus posibilidades. Esto origina una ansiedad muy grande, pues el cuidador vive siempre como "en la cuerda floja", manteniendo el equilibrio propio y teniendo que resolver la situación, ya que acaba por ser responsabilidad suya cuidar a la persona con Depresión. Aparte del riesgo de suicidio que conllevan algunos casos de Depresión, lo cual ya es una situación muy desgastadora para el cuidador, que siente que ha de permanecer todo el tiempo atento, existe además la propia relación con la persona, pues no es fácil convivir con una persona que padece cualquier enfermedad psiquiátrica.
La persona que está viviendo la Depresión tiene una relación fuerte con la dolencia, de cuya relación el cuidador no forma parte, tanto que no se siente cuidado por ese familiar, no lo ve como colaborador activo en su recuperación.
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